Suelo pasar las seis horas de mi trabajo en la nebulosa creada por la tranquilidad que es resultado de haber dejado a mi hija en buenas manos.
Pero esta mañana, en un momento, de repente, añoré a Lucía.
domingo, 27 de enero de 2008
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1 comentario:
Fue un momento de felicidad por sentir la ausencia...
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